En el mundo existen más de 40 millones de seres humanos en esclavitud. Es nuestra obligación erradicarla. Debemos, como ciudadanos, ¡crear conciencia!
Está prohibida la esclavitud en los Estados Unidos Mexicanos. En diciembre de 1810, a través de un bando, Don Miguel Hidalgo y Costilla, la declaró abolida en América: “…todos los dueños de esclavos deberán darles la libertad dentro del término de 10 días, so pena de muerte…” Es decir, desde hace más de 200 años, no deben existir seres humanos en estas condiciones.
Se presenta irracional e inhumano el sólo hecho de pensarlo. Pero, si esto es así, ¿por qué todavía en el 2020, la Ley General para Prevenir, Sancionar y Erradicar los Delitos en Materia de Trata de Personas, sanciona la esclavitud, la condición de siervo, la explotación laboral, el trabajo, el matrimonio o la mendicidad forzosa, como algunas formas reconocidas de explotación, con penas de hasta 40 años de prisión?
Sencillamente, porque la esclavitud existe en México y en el mundo. Niñas, niños, adolescentes y adultos se encuentran dominados, sin capacidad para disponer libremente de su persona o bienes y, tratados como cosas, sobre las que se ejercen los atributos del derecho de propiedad; se goza y dispone de ellas, a voluntad del amo.
De acuerdo con el Global Slavery Index 2018 (Índice Mundial de Esclavitud) se estiman 40.3 millones de personas en condición de esclavos en el mundo, 71 por ciento mujeres y 29 de hombres, 24.9 y 15.4 millones en trabajos y matrimonios forzados, respectivamente.
México ocupa el lugar 114 de 167 países, con más de 341 mil personas en esta condición. Casi tres, de cada mil mexicanos, se encuentran en esclavitud en pleno siglo XXI.
¿Cuál ha sido la respuesta del gobierno mexicano? En el Índice, México aparece con una calificación de BB, esto es, en una puntuación de 0 a 100, en el rango de 50 a 59.9, al contar con apoyo gubernamental limitado para las víctimas, con un sistema judicial que criminaliza algunas formas de esclavitud, así como servicios proveídos por Organizaciones No Gubernamentales, en ocasiones, con recursos públicos.
¿Qué podemos hacer para erradicar la esclavitud en México?
Debemos, como ciudadanos, ¡crear conciencia! Entender que la esclavitud existe, que no ha desaparecido y que está más cercano de lo que podemos imaginar. Denunicar es la herramienta. No quedarnos callados ante cualquier situación sospechosa.
En vísperas de elecciones intermedias, demandar a nuestros candidatos que, sobre todo, incluyan en sus propuestas de gobierno, campañas de concientización, recursos suficientes para refugios y su multiplicación, así como para capacitar a las fuerzas de seguridad en todos sus niveles. Los oficiales de campo no están identificando víctimas de esclavitud y les están dan un tratamiento de delincuentes. Reforzar nuestras leyes, enfocándolas a las víctimas y capacitando a los impartidores de justicia, nos llevará, irreversiblemente, por el camino anhelado.
Han pasado más de 200 años desde que la cosificación del ser humano se abolió en México, mucho hemos avanzado, pero no debemos descansar hasta que la esclavitud moderna sea eliminada definitivamente. No esperemos ni un año más, nuestros niños, niñas y adolescentes lo merecen y, silenciosamente, nos lo demandan.