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Micromachismos, una forma de control sobre la mujer; conoce cómo se expresa

ayoub

Los micromachismos describen la violencia blanda de los hombres hacia las mujeres; estos comportamientos están normalizados y se viven a diario

Machismo, por definición, es una actitud de prepotencia y superioridad del hombre sobre la mujer. Micro, es una millonésima parte de cualquier cosa, algo imperceptible, pero que, aún siéndolo, se encuentra ahí.

Entonces, el micromachismo, acuñado por Luís Bonino en 1991, es un término que describe la violencia blanda, de baja intensidad, que ejecutan los hombres y, cuyos comportamientos se encuentran normalizados, en nuestro entorno, de pareja y social.

Desde niño y todavía, vemos reminiscencias del color: azul para ellos, rosa para ellas. Cuando viajan y regresan de vacaciones, en una cena familiar, la esposa comienza a contar y el esposo, la interrumpe: Déjame contar a mi, tu no lo platicas bien.

La categorización por sexos, ellas “princesa”, ellos “heróes”. ¡Que buen marido te tocó, veo que te ayuda en casa! ¿Acaso el hogar no es una responsabilidad compartida? Si bien, pareja, es un adjetivo que significa, igual o semejante, la normalización sexista, nos ha llevado a utilizarlo de manera equivocada.

Es muy común, por ejemplo, que se pida al camarero un café expresso y un capuchino y, ante la duda, el camarero asume que el café cargado es para el varón y el café con leche, para la mujer. ¿Por?

Estos micromachismos han existido y existen, como controles sobre la mujer, un abuso cotidiano y aceptado pero que, en todas sus formas, violentan y procura mantenerla dominada, reforzando la supremacía masculina.

No creo mucho en los extremos permanentes, como el uso del lenguaje incluyente radical, en lugar de “todos”, utilizar “todes” o, “elles”, sustituyendo a “ellos”. Pero, tal vez, al inicio de la revolución, son necesarios para establecer el punto central: alcanzar la igualdad de derechos y la equidad entre ambos sexos. Seguro estoy de que, una vez entendido, los extremos radicales disminuirán.

Pero, ¿por qué pueden ser necesarios los extremos? ¿A qué nos han llevado los micromachismos? En principio, si no actuamos ya, a estar destinados a 99.5 años más de soledad.

De acuerdo con el Global Gender Gap Report 2020 (Informe Mundial sobre la Brecha de Género), elaborado por el Foro Económico Mundial, a este paso, la brecha global de género se cerrará hasta en 99.5 años. En Latinoamérica en 59 años.

México, hoy, se encuentra en el lugar 25 de 153 países y, dentro de los cinco que más han mejorado en el índice general, cerrando su brecha de manera sustancial, sobre todo, con el número de mujeres en posiciones de gobierno, pasando de 15.8 por ciento en 2018 al 42.1 por ciento.

Sin duda, son números muy alentadores y nuestro gobiero está haciendo su parte, pero nosotros y nosotras, ¿dónde nos ubicamos para cerrarle la puerta a los micromachismos y garantizar que no serán 99.5, si no que estamos a la vuelta de reducir los extremos y vivir en igualdad y equidad de manera normalizada?


Especial agradecimiento a Ana Paulina Pinto Delgado, responsable global de CIB en el Consejo de Diversidad e Inclusión de BBVA, por luchar, con su equipo, de manera decidida, a cerrar la brecha de género y compartir el conocimiento