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Pacto nacional contra la violencia de género

ayoub

A pesar de que los homicidios dolosos han ido a la baja, la percepción de inseguridad y los feminicidios continúan. Hace falta implementar políticas de género.

Las mujeres siguen sufriendo agresiones y muerte. Esta semana, noticia tras noticia de trágicos sucesos me estremecieron. Se vuelven a prender los focos rojos.

Vianey de 18 años, quien para evitar un posible secuestro en Saltillo, se arrojó del taxi y falleció; el domingo pasado activistas de la fundación Carmen Sánchez MX, protestaron frente a Palacio Nacional, por el incremento de ataques con ácido.
En San Cristóbal de las Casas, Paula Ruiz fue asesinada, ella valientemente tomó una foto de su perpetrador en el momento mismo del disparo ¡Terrible!; en Zoquitlán, Puebla, una niña de 10 años fue encontrada sin vida; en Baja California (mi tierra querida), el asesinato de Elizabeth Martínez, acontecido en Tijuana el 17 de febrero; Michelle Pérez en Tlalpan y Elisa Jiménez en Zapopan, localizadas sin vida y con signos de violencia el 21 de febrero. (No sólo es una mención de casos, es un llamado enérgico a las autoridades respectivas a hacer justicia para todas ellas. #Niunamás).

Estadísticamente los homicidios dolosos en contra de mujeres y los feminicidios han disminuido y, al parecer, enero 2022 ha sido el mes con el menor registro en este sexenio. Se debe reconocer. No obstante, las cifras resultantes y la indiferencia continúan siendo aterradoras.

Debemos tener especial cuidado cuando hacemos comparaciones estadísticas entre periodos, ya que no necesariamente existe una correlación entre la disminución de casos y las acciones implementadas, otras variables pueden estar influyendo; esto es algo que análisis serios deben corroborar y los centros de estudio podrían ayudar. Asimismo, la reducción de algunos casos respecto de otro periodo, no necesariamente es alentador.

También, es muy importante medir la percepción de seguridad, ¿qué tan segura se siente una mujer? El hecho de que Vianey se haya arrojado del transporte, es un indicio negativo de esa percepción. En cuanto a la diferencia de casos entre homicidio doloso de mujeres y feminicidios, también puede resultar impreciso, ante la posibilidad de que los estados estén clasificando homicidios, cuando en realidad se trata de feminicidios. Por ejemplo, en diciembre de 2021, se registraron 204 del primero y 76 del segundo. ¿Cuántos homicidios realmente fueron feminicidios? Falta capacitación.

De acuerdo con el Secretariado Ejecutivo, hasta el 25 de febrero, podremos tener datos completos de estos delitos al 31 de enero de 2022. No obstante, sí sabemos que durante el mes pasado, se registraron 75 feminicidios, uno menos que en diciembre 2021.

La violencia de género, en cualquiera de sus modalidades, es un delito de alto impacto y multidimensional en su afectación, por lo que su atención debe ser en la misma medida.

Es una apuesta a futuro como país, hacia dónde queremos ir y qué herencia queremos dejar a nuestros hijos. Es momento de un gran pacto nacional contra la violencia de género, serio y con el compromiso de todos los órdenes de gobierno, asociaciones civiles y ciudadanía.

Imaginemos, por ejemplo, las entidades federativas creando Grupos Especiales en Investigación de Delitos contra Mujeres, coordinándose con las 100 mujeres policías que ya colaboran en la Guardia Nacional.