Elecciones 2021: ¿Por cuáles candidatos votar y por qué razones?

Este domingo 6 de junio el voto definirá a nuestros diputados y gobernantes. El fraude electoral se puede evitar a través del sufragio. ¿Ya sabes por quién votar este domingo?

Se habla de ejercer el voto útil o voto de castigo y, en este proceso electoral, generalmente estos términos se utilizan para polarizar. Votar y ser votado es un derecho consagrado en nuestra constitución, así como en la Declaración Universal de Derechos Humanos.

¿Qué requisitos debe tener un candidato? Podemos ser o elegir, mediante el sufragio, a nuestros gobernantes y diputados. De hecho, para ser votado a cualquier cargo de elección popular, no se requiere comprobar algún nivel académico o capacidad técnica.

¿Por qué por ejemplo un diputado no debería, por lo menos, contar con una carrera técnica? Porque el propósito de la representación popular no es que el candidato electo aumente las capacidades de los ciudadanos, sino que represente sus intereses y necesidades.

Por regla general, para ser gobernador se requiere ser ciudadano mexicano por nacimiento y de padres mexicanos, mayor a los 30 años, con residencia efectiva en esa entidad. Como vemos, requisitos de identidad, pertenencia y no de capacidad.

De esta manera y, aún cuando sí considero importante que un gobernante se encuentre preparado académicamente -lo que sin duda aporta al debate-, lo más relevante es esa parte de decisión que cedemos a través del voto, para que actúen políticamente en nuestro nombre.

Se considera que las candidaturas plurinominales, aquellas asignadas en función del porcentaje de votos que recibe cada partido político, traen un balance ante la ausencia del requisito de preparación académica en nuestros legisladores. Aunque habría que analizar si esto es así.

Entonces, ¿por quién y por qué debemos votar en las elecciones del 6 de junio? ¿por una o un candidato específico? ¿por algún color determinado? ¿ejercer el voto útil o el voto de castigo?

Yo les digo que lo único que no debemos hacer es no votar. Visitemos las casillas este domingo 6 de junio y votemos, organicémonos con la familia y amigos y vayamos a sufragar, formemos parte de esta fiesta cívica.

¿Cuál es la importancia de las propuestas de campaña y la identidad política? Si no sabemos por quién votar, por cuál candidato o por qué partido, un buen atajo puede ser, precisamente, fijarnos en aquellos candidatos o candidatas que, en su trayectoria personal y profesional, así como en sus propuestas, sean afines a nuestros intereses, necesidades y de nuestra comunidad. La identidad puede ser una herramienta de decisión efectiva en las urnas, más allá del voto útil o de castigo.

Salgamos todos a votar. Recordemos que cada voto cuenta, si tu candidato no gana, de todas formas, tu voto aporta para la distribución de las 200 diputaciones federales entre todos los partidos políticos, lo que fortalece la pluralidad.

Tu voto también cuenta para invalidar los argumentos de fraude electoral. En la medida que venzamos al abstencionismo, en esa misma forma se consolidarán las elecciones 2021. En 2018 salimos a votar por diputados federales 55.9 millones de ciudadanos, ¿están dispuestos a romper ese umbral en 2021? #YoVoto2021

Los tres presidentes de la república mexicana

En el ejercicio de la democracia, México dividió las responsabilidades en tres poderes de la Unión, ¿Cuál es el peso específico de cada uno?

La responsabilidad del país se reconoce en el poder ejecutivo, pero ¿qué hay del legislativo y judicial?

En nuestro país es común que sólo reconozcamos a un solo poder nacional, y a una única persona, sobre todos lo demás y que consideremos que en él recae la encomienda de conducir el destino de más de 126 millones de mexicanas y mexicanos.
No obstante, tal vez menos reconocido, pero la misma carta magna establece que el supremo poder de la federación se divide en legislativo, ejecutivo y judicial. Sin que puedan reunirse dos o más poderes en una sola persona o corporación y, mucho menos, el legislativo en un individuo -lo que sí sucede con el ejecutivo-.

La idea antes plasmada es la denominada separación de poderes, donde su ejercicio, la toma decisiones y el control, se divide en distintos actores o entes para que existan pesos y contrapesos, lo que permite que se limiten entre ellos y exista un mutuo respeto, ninguno debe prevalecer sobre el otro, buscando un equilibrio sano y democrático.

Si esto es así y la constitución lo consagra, ¿quiénes son esos tres titulares que representan a los poderes federales?

En el ejecutivo, desde donde se conduce al gobierno federal y se ejecutan las leyes, lo tenemos muy claro, Andrés Manuel López Obrador.

Para el judicial, aún cuando su ejercicio se deposita en la Suprema Corte de Justicia de la Nación y en distintos tribunales y juzgados, lo representa Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, quien funge por 4 años como presidente y no puede ser reelecto para el periodo inmediato posterior.

La representación del legislativo se nos complica un poco más, por que existen dos cámaras, la de 500 diputados y la de 128 senadores y que unidas, conforman el congreso general, en el cual se deposita el poder legislativo.

Al respecto, existe un presidente de la mesa directiva de la cámara baja y es quién preside las sesiones del congreso bicamaral, se dice que, inclusive, es el único que no debe ponerse de pie cuando el ejecutivo ingresa o abandona la sede parlamentaria.

Su titular es elegido por el voto de las dos terceras partes de los diputados y dura en funciones un año con posibilidad de ser reelecto. Hoy su presidente es Sergio Carlos Gutiérrez Luna.

Hasta aquí, un punto relevante, aún cuando los contrapesos están plasmados en la constitución, el ejecutivo dura en su cargo 6 años y es elegido por voto popular, el judicial 4 años y designado por 11 ministros, previamente propuestos por el ejecutivo y, el representate del legislativo, tiene un cargo de un año, designado por las bancadas y con posibilidad de reeelección.

En estos términos, caben dos reflexiones: 1. A simple vista, la responsabilidad de la sana conducción del país, así como su peso específico es mayor en el ejecutivo, incluyendo su legitimación por su método de selección; y, 2. Paradógicamente, con la división señalada, la obligación de mantener la estabilidad de México, corresponde de manera solidaria a los tres poderes soberanos y sus estructuras.

Claro, sin olvidar que la soberanía nacional, el sustento de todo, reside esencial y originariamente en el pueblo. ¡Hagamos lo propio!