Desde niños nos enseñan a no llorar porque si lo hacemos “somos una niña”, como si eso fuera malo… La paradoja del machismo es que no solo afecta a las mujeres, sino también a los hombres
El machismo también mata hombres. No lo presento como una excusa al maltrato y asesinato de mujeres. Nunca me lo permitiría. Si no más bien, con la intención de abordar este tema desde otro ángulo, algo desconocido, que nos permita visualizarlo en toda su dañina magnitud. No es un problema de género, es un problema social, que impacta a todos los seres humanos.
El machismo, como una actitud de prepotencia asociada al hombre sobre la mujer, por definición, excluye al primero como víctima de éste. Ahí la paradoja, ser machista, incrementa las posibilidades de muerte masculina. Socializar al hombre como sexualmente dominante contribuye a reducir su expectativa de vida en seis años.
El género aparece antes de que nuestros niños descubran sus diferencias biológicas, por lo que si bien se construye socialmente y, en general, otorga mayores ventajas al hombre, ese mismo constructo, le ofrece un campo fértil para que participe en conductas de riesgo, para que no discuta sus emociones o que no busque ayuda psicológica. Que esperanzas que, un macho, denuncie que fue abusado sexualmente.
Cuando eres niño te enseñan a no llorar, si lo haces, “eres una niña”, como si eso fuera malo; no debes expresar tus sentimientos. Nos enseñan a que debemos ser “duros”, “aguantar” y, si no lo hacemos, estamos fallando a la familia y a la sociedad. “Un hombre”, no tiene por qué pedir ayuda, está para darla.
De acuerdo con el informe Masculinidades y Salud en la Región de las Américas, elaborado por la Organización Panamericana de la Salud (2019), el machismo presenta un triple riesgo para el hombre:
- Hacia las mujeres y los niños: Llevándolo a ejercer violencia, violaciones -si quiero, tenemos relaciones, si no quieres, te obligo-; infecciones de transmisión sexual, embarazos obligados, ausencia en el hogar;
- Hacia otros hombres: Accidentes de tránsito, riñas, lesiones, homicidios -vamos a ver quién es más hombre; y,
- Hacia su persona: Suicidio, depresión, ansiedad, adicciones.
Una persona muy cercana a mi falleció muy joven, porque consideraba que los hombres no tenían por qué consultar al doctor, todos sus males se curaban solos, un mal día, todos sus niveles se dispararon y su cuerpo no resistió: murió un hombre.
Los datos lo comprueban. Las mujeres conforman la mayoría de las personas adultas mayores en todos los países del mundo. Uno de cada cinco hombres muere antes de los 50 años y, entre las principales causas de decesos, asociadas a la masculinidad, se encuentran las enfermedades del corazón, la violencias interpersonal y los siniestros de tránsito.
La diferencia de mortalidad entre sexos empieza a revelarse a partir de los 10 años, predominando causas violentas y, después de los 15, la mortalidad masculina es de cuatro a siete veces mayor que de las mujeres jóvenes.
Esta información no justifica, de ninguna manera, el comportamiento masculino, sobre todo, en relación con las mujeres, no obstante, pretende detonar la alarma, para poner énfasis en una de las dimensiones que debemos focalizar, para erradicar las masculinidades tóxicas y enderezar el rumbo.
Comprender el problema desde su raíz y no en sus resultados, es un gran paso para prevenirlo y evitarlo. Estamos a tiempo, por el bien de todas y todos. Ser macho te mata.